El problema más grande que tienen muchas personas, es que asumen que les dirán “no” incluso antes de empezar. Poca tolerancia a la frustración, caminar y disfrutar la ambigüedad, aprender a identificar riesgos calculados y aprender a amar el proceso. “No consiste en si vamos a cometer errores, es lo que hacemos al respecto cuando eso sucede”…punto.

Debemos re-conectarnos con nuestro pasado, con nuestras historias de resiliencia para cambiar las conversaciones internas que hemos aprendido o impusieron. Si vamos a poner el pasado en un pedestal, es para que sea referencia de aprendizajes que vienen conmigo, no para atar nuestro M.E.P.  Motivaciones, Energía y Potencial.

  • No tengas miedo!, si tu primera oficina, restaurant, trabajo o consultorio, es en el patio de una casa. Toda historia de éxito necesitó tres cosas: un sueño compartido o solitario, una disciplina entendida por pocos, y motivación para ser un 24/7 y mil oficios.
  • ¡No tengas vergüenza!, si tu meta o métrica es solo ganar dinero, y te ven como mercenario, porque solamente tú sabes que el dinero, vendrá de brindar un servicio o generar valor para tus clientes. En otras palabras, no es solo dinero, es ayudar a las personas generado valor a través del cumplimiento de tu sueño. Eso, solo sabes tú.
  • ¡No tengas miedo!, si cometes errores, aprende a mostrar tus moretones con orgullo. La mayoría de los logros son frutos de accidentes, las grandes ideas fueron creadas intentando hacer otra cosa. No andes en línea recta, sé curioso y alimentante del caos. Mira tu negocio o tu puesto de trabajo con nuevos ojos. Cambia la pregunta y obtendrás nuevas respuestas.
  • ¡No tengas vergüenza!, si te das por vencido en el camino, quizás no era el momento ni el espacio donde las 3 cosas necesarias para empezar de cero conversaron y se abrazaron. Cómo dijo el gran Charles Bukoswki: “Si no sale espontáneamente de tu boca, de tu mente, corazón, de tus entrañas, no lo hagas, cuando sea verdaderamente el momento y si has sido elegido, sucederá por sí solo, y seguirá sucediendo hasta que mueras o muera en ti” .

Aprende y festeja haberlo intentado y vuelve a tu camino, pero que sea el camino que tu elegiste y no fue impuesto. Un camino que fue elegido no a través del miedo, sino a través de tus sueños y fortalezas.

Un abrazo

Alfredo

En mi experiencia como reclutador de talentos, he tenido que entrevistar muchos profesionales, en su mayoría jóvenes ejecutivos que tocan las puertas con sus títulos, maestrías en universidades tops y cargos de jerarquía que alcanzaron rápidamente, pero cuando los escucho, parecen profesionales que nunca se equivocaron y tropezaron. No muestran su vulnerabilidad, minimizan sus errores  y proyectan una imagen de autosuficiencia, egocéntricos, o presumida. Y créanme, nadie quiere trabajar con ese tipo de personas, son personas dañinas para cualquier organización, no logran tener equipos comprometidos y motivados.

En algunos casos parecen personajes antagónicos, sosteniendo un batalla interna para mostrarse humildes, pero sus éxitos unipersonales se convierten en su única carta de presentación, olvidándose del camino que recorrieron para llegar a determinada posición, minimizando que detrás de sus logros, hubo un equipo que también se comprometió con los objetivos.

Es interesante conversar con profesionales que consiguieron los mismos logros o menores, pero que tropezaron, muestran sus heridas, cuentan con entusiasmo que aprendieron de sus triunfos y también de sus fracasos. El optimismo, humildad y aprendizajes son los pilares en sus respuestas. Es por eso, que los cazadores de talentos y profesionales de RR.HH. se han dado cuenta que en los últimos años cometieron un error muy grande contratando profesionales jóvenes para posiciones gerenciales, sin haber experimentado caídas. Hoy en día, otra vez se está valorando la experiencia, que te dan las victorias, pero mucho más las caídas. No permitamos que nuestras experiencias se devalúen y tengan fecha de caducidad.

La vulnerabilidad es una fortaleza, tener rasguños en tu cara, moretones en tu cuerpo y reconocerlos, te humaniza y sincera, convirtiéndote en una persona interesante por conocer.

“Michael Phelps, tienes todo el dinero que cualquier persona de tu edad pueda querer o necesitar; tienes una profunda influencia en el mundo exterior, eres un modelo a seguir y referencia para muchas personas. Sin embargo, a pesar de eso, eres una persona muy infeliz. ¿Qué pasa?”,  fue la pregunta que le realizó su entrenador en su primer día de rehabilitación física y espiritual.

Actualmente, el nadador ya no se obsesiona con la suma de su récord total de medallas olímpicas. Su travesía en las ultimas olimpiadas de Río nos mostró un Phelps más feliz, humilde, disciplinado y alejado de escándalos. Su travesía más importante ahora es personal. Como dijo en su última entrevista antes de ir para las ultimas olimpiadas en Río: “Me canse de ser alguien que no soy, esto es lo que soy. Soy Humano, y entender eso, ha sido la travesía más importante de mi vida”

Primero personas, después profesionales.

Un abrazo

Alfredo

 

 

 

La ansiedad en las entrevistas de trabajo juega en contra a muchos candidatos. El tiempo pasa y no consigo recolocarme, la presión aumenta y perdemos de contexto el aprendizaje y oportunidades que debemos aprovechar durante el proceso de búsqueda de empleo.

Tan importante como una adecuada preparación que nos permita potenciar el cómo, cuándo y qué responder, siempre les pido a los candidatos tres cosas puntuales que les permita controlar su ansiedad antes, durante las entrevistas.

  1. Permitirnos ser “humanos”. Entrar en contacto con nuestras fortalezas y y oportunidades de mejoramiento es el punto de partida. Si no sé quién soy antes de una entrevista, es como empezar una maratón sin tener el número impreso en la camiseta. Ser humanos es comprender que después de cada entrevista salimos fortalecidos, entendiendo que hay factores que debemos potenciar, mejorar o eliminar. Al mismo tiempo, entendemos que existen situaciones que no podemos controlar. Ser humano es aquello que nos conecta con el aprendizaje.
  2. Baja la al llano la entrevista. Es una conversación entre 2 personas, donde te preguntarán sobre aspectos que tú conoces más que nadie. Es cierto, que después de varias negativas, tendemos a idealizar la entrevista colocándola en un estrado, como si nuestra vida dependiera de los resultados de esa conversación. ¿Es así?. Pierdes tu valor agregado por una respuesta negativa. No le des poder a las preguntas, traslada el poder a tus respuestas. Un 80% de preguntas son las mismas, entonces tienes el poder de responder de forma correcta a través de unas adecuada preparación.
  3. Usa tu biología. Obliga a tu cerebro a segregar sustancias que incrementen tus niveles de bienestar y tranquilidad. Recomiendan meditar, respirar, no tomar café. Yo soy más directo y práctico. ¿Tienes un celular?. Antes de la entrevista, mientras esperas en recepción, saca tu celular y mira videos, imágenes o lee cosas que te provoquen sonrisas. Esto obliga a tu cerebro a segregar sustancias que incrementan tu bienestar, influyendo directamente en los niveles de empatía que puedes construir con el reclutador. Estar “relajado” permite que fluyas naturalmente en los primeros minutos, que son determinantes para tu desempeño durante la entrevista.

Para concluir, de nada sirve los puntos anteriores si no somos conscientes del aprendizaje que debemos interiorizar después de cada entrevista, siempre hay una nueva versión de nosotros después de cada experiencia. Prepararnos y aprender a disfrutar los proceso son los pilares para poder vender la mejor versión de nosotros mismos de forma legítima, objetiva y efectiva.

¿Deseas potenciar tu desempeño en las entrevistas?. Yo me comprometo con tus objetivos.

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Un abrazo,

Alfredo