Humildad en las entrevistas de trabajo

En mi experiencia como reclutador de talentos, he tenido que entrevistar muchos profesionales, en su mayoría jóvenes ejecutivos que tocan las puertas con sus títulos, maestrías en universidades tops y cargos de jerarquía que alcanzaron rápidamente, pero cuando los escucho, parecen profesionales que nunca se equivocaron y tropezaron. No muestran su vulnerabilidad, minimizan sus errores y proyectan una imagen de autosuficiencia, egocéntricos, o presumida. Y créanme, nadie quiere trabajar con ese tipo de personas, son personas dañinas para cualquier organización, no logran tener equipos comprometidos y motivados.
En algunos casos parecen personajes antagónicos, sosteniendo un batalla interna para mostrarse humildes, pero sus éxitos unipersonales se convierten en su única carta de presentación, olvidándose del camino que recorrieron para llegar a determinada posición, minimizando que detrás de sus logros, hubo un equipo que también se comprometió con los objetivos.
Es interesante conversar con profesionales que consiguieron los mismos logros o menores, pero que tropezaron, muestran sus heridas, cuentan con entusiasmo que aprendieron de sus triunfos y también de sus fracasos. El optimismo, humildad y aprendizajes son los pilares en sus respuestas. Es por eso, que los cazadores de talentos y profesionales de RR.HH. se han dado cuenta que en los últimos años cometieron un error muy grande contratando profesionales jóvenes para posiciones gerenciales, sin haber experimentado caídas. Hoy en día, otra vez se está valorando la experiencia, que te dan las victorias, pero mucho más las caídas. No permitamos que nuestras experiencias se devalúen y tengan fecha de caducidad.
La vulnerabilidad es una fortaleza, tener rasguños en tu cara, moretones en tu cuerpo y reconocerlos, te humaniza y sincera, convirtiéndote en una persona interesante por conocer.
“Michael Phelps, tienes todo el dinero que cualquier persona de tu edad pueda querer o necesitar; tienes una profunda influencia en el mundo exterior, eres un modelo a seguir y referencia para muchas personas. Sin embargo, a pesar de eso, eres una persona muy infeliz. ¿Qué pasa?”, fue la pregunta que le realizó su entrenador en su primer día de rehabilitación física y espiritual.
Actualmente, el nadador ya no se obsesiona con la suma de su récord total de medallas olímpicas. Su travesía en las ultimas olimpiadas de Río nos mostró un Phelps más feliz, humilde, disciplinado y alejado de escándalos. Su travesía más importante ahora es personal. Como dijo en su última entrevista antes de ir para las ultimas olimpiadas en Río: “Me canse de ser alguien que no soy, esto es lo que soy. Soy Humano, y entender eso, ha sido la travesía más importante de mi vida”
Primero personas, después profesionales.
Un abrazo
Alfredo