La importancia de respetar el proceso

¿Qué juego estás jugando?, ¿Estás respetando y disfrutando tu proceso?.
La cultura de la inmediatez, la competencia y el mundo globalizado nos exige resultados inmediatos y ser más eficaces en el cumplimiento de los objetivos. Olvidando que antes de correr, aprendimos a gatear y caminar. El partido contra Francia, no enseño que todo plan a largo plazo implica un proceso que tenemos que aprender y respetar los pasos que damos, porque nos damos cuenta que la técnica y las ganas no son suficientes, la experiencia en procesos similares y competitivos son determinantes, y ninguno de los que estuvieron en la cancha estuvieron antes en un mundial.
Respetar el proceso:
- Implica aprender a fracasar y no fracasar aprendiendo.
- Significa que cada paso que vas dando, exige mayores demandas en lo que eres realmente bueno.
- Enseña que las oportunidades para conseguir los objetivos serán menores conforme creces, y no puedes fallar. Tienes que ser eficaz.
- Sobre todo, implica disfrutar el camino, abrazar las perdidas con tristeza o rabia, para después convertir esas emociones en el combustible para seguir aprendiendo y ganando.
Se fiel a tu proceso, defiéndelo y no permitas que los temores o expectativas del resto te desenfoque, desgaste o quite energía. Algunas personas están en su proceso de desarrollo profesional, otras deciden crear un negocio revolucionario para hacerse millonarios, otros ponen su servicio al arte o la filantropía. Tu proceso tiene que estar ligado con tu vocación, el legado que quieres dejar, la importancia de tus expectativas, optimismo sin perder de contexto la realidad y sobre todo, la adversidad. La adversidad es una variable importante para tener éxito, no busquemos el camino fácil, el camino duro y complicado es inevitable y debemos recorrerlo.
Quiero que respetes tu proceso, que te inspires desde el fondo de tu corazón para tomar acción y hacer esa cosa que te mantiene despierto por la noche, por ti y por los tuyos.
Aférrate al plan, yo sé lo que te digo.
Un abrazo,
Alfredo
Foto: EFE