El psicólogo y escritor Howard Gardner, a través de su experimento Goodwork Project y con el apoyo de la universidad de Harvard afirma que para que un profesional sea realmente exitoso primero debe ser buena persona. Contundente y polémica afirmación que generó el padre de la teoría de inteligencias múltiples después de entrevistar a más de 1200 profesionales. Sostiene que los grandes profesionales tienen que ser “ECE”. (Excelentes, Comprometidos y Éticos).

“Según Gardner, nunca alcanzarás la excelencia si no vas más allá de satisfacer tu ego, tu ambición o tu avaricia. Si no te comprometes, por tanto, con objetivos que van más allá de tus necesidades para servir las de todos”.

Todos conocemos excelentes profesionales que son malas personas, Un líder recibe la admiración y respeto del grupo, siempre y cuando sus propósitos sean para proteger y dar seguridad a la “manada”. Un líder con ego, no mira la protección del conjunto, sino su propio beneficios.

Con los líderes y jóvenes que trabajo, siempre les digo: “Primero personas, después profesionales”. Los problemas que tienes con tu equipo, cliente o jefe no son problemas del rol que ejerces, sino son problemas internos que tienes como persona, dilemas que no has resuelto todavía, y se están trasmitiendo a tus ámbitos profesionales o de emprendimiento”.

Actuemos a través de nuestra esencia. La psicología positiva nos habla de “Permitirnos ser humanos”, abrazando las cosas buenas y no tan buenas, siendo consciente de nuestras fortalezas y de nuestras oportunidades de mejoramiento. No podemos desligarnos de nuestra “yo real”, pero si podemos tomar acción para construir nuestro “yo ideal”.

Respetar nuestra esencia, nos protege de perdernos en una cultura organizacional que va en contra de nuestros valores, “El fin justifica los medios no tiene espacio en nuestro accionar”.  Entonces, antes de ser profesionales seamos personas,  eso es lo que marca la diferencia en el desarrollo profesional. Ser persona.